Pasquale 03/04/2010

7º y último día de travesía por el Stelvio. Amanece con nubes y claros. Con un poco de pena, preparamos todas las cosas y nos despedimos de Claudio. Una parte del grupo se baja directamente al coche y otros vamos a hacer el Pasquale, subiendo por el glaciar de Cedec y bajando por el de Rosole hasta el refugio Branca, y luego al coche.


El sol apenas puede abrirse camino entre las nubes


Conforme vamos subiendo suavemente, se va cubriendo cada vez más. Vamos siguiendo huella (compartida con la del Cevedale) hasta llegar a la cota 3.100 donde nos surgen las dudas. Apenas hay visibilidad y Julio recuerda del día anterior que se giraba a la derecha. Nos encontramos a un trío que iban al Pasquale y se habían dado la vuelta. Nos dicen que vamos mal, que lo han visto peligroso y que se van hacia el Casati. Incluso nos proponen que les sigamos como queriendo cuidar de nosotros. Le pregunto si es guía de montaña y me dice que sí pero no profesional ¿? Por supuesto, no le hacemos caso. Tirando de todos los recursos (mapa, gps, brújula, altímetro y Julio), decidimos ir hacia el sur sin perder altura hasta llegar a la base del collado (el gps del teléfono donde llevo el mapa se había vuelto loco y no marcaba bien. Tras comprobar con el simple Geko 301 la altura y el rumbo, lo reinicio y vuelve a funcionar correctamente. Estamos a 3.330m, a tan solo 100m del collado). Este último tramo se hace por la derecha, para evitar las grietas de la izquierda. Y vaya pedazo de grieta que nos encontramos.


Finalmente, llegamos al collado y surge la duda de hacer pico o bajar directamente. La verdad es que las condiciones son muy malas y no apetece hacer pico, pero el track que llevo (ascenso desde Branca) me indica el descenso desde el mismo pico. Y lo cierto es que desde el collado no se ve nada clara la bajada, pero tampoco la subida a la cima. Reculamos un poco y vemos que más abajo, hacia el oeste, hay terreno favorable para ir a la cima. Me hace recordar que lo vi cuando me acerqué a ver la subida camino del Cevedale. Con cuidado, de uno en uno, flanqueamos un tramo bastante cargado hasta llegar a la ancha arista que sube a la cima. Seguimos subiendo hasta llegar al paso donde el track me marca el acceso al glaciar de Rosole para el descenso. Como queda muy poco para la cima, y a pesar de no ver nada, tiramos hacia arriba y hacemos cumbre. ¡Por fin Nuria hace una cima!


Quitamos rápidamente focas y empezamos el descenso. Con mucho cuidado y con el gps, buscamos el paso anterior. Es bastante evidente, pero con esa visibilidad, no sabes las cornisas y otros peligros que te puedes encontrar. Una vez allí, nos dirigimos a la derecha a coger la inclinada pala donde se aprecian antiguas huellas de subida. A partir de aquí, sólo queda seguir las huellas, con mala visibilidad y peor nieve costra. Se nos hace un poco largo el descenso (también por el cansancio y la tensión acumulada) y al final llegamos justo encima del Branca. Ya sólo queda bajar al parquin, con alguna pequeña remada incluida. Finito!

Cima desde el Cevedale

Foto (subiendo al Gran Zebrú) con el itinerario

Detalle del itinerario (camino del Cevedale)

Mapa con el itinerario

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